sábado, 18 de octubre de 2014



Día de videojuegos .

lo siento por no haber podido subir entrada el jueves pero el internet de mi casa es un poco patata así que la entrada os la traigo hoy .
Hoy hablaremos de : The sims 4 PC


The Sims es uno de los clásicos de los videojuegos y punto. Se trata del juego estándar a la hora de elegir un simuladores de la vida real . (aunque  que hay muchas cosas suprer graciosas que más bien son de ciencia ficción, así como representaciones graciosas de la realidad).The sims nos tiene acostumbrados a mejorar en todos los aspectos en cada nueva versión de expansión y The sims 4 no es una excepción pero en comparación con los anteriores se queda un poco corto.

Si  es la primera vez que juegas un The Sims debes saber que tienes que tirarte varias horas jugando para poder disfrutarlo y entenderlo. Esto no es nuevo, y la verdad es que el juego se hace bastante  agradable y divertido para los novatos.  Es por eso que puedes comenzar a crear tu personaje de inmediato y de manera muy intuitiva.

Es un acierto que la apariencia de los personajes esté tan ligada con su actitud y , aunque ahora puedes elegir menos rasgos para ellos, sus emociones tan variadas lo compensan.

Otro punto a favor es la facilidad con la que puedes construir de todo: casas, muebles, paredes, etc. Y no sólo eso, sino que puedes mover cuartos enteros para hacer tu casa como te dé la gana. 


Fuera de ello, The Sims 4 exhibe la estrategia de EA para hacerte querer más pero no dártelo hasta las expansiones. ¿A qué me refiero? Por ejemplo a que el mundo en este título esta más limitado respecto al anterior: los espacios son pequeños y cada que quieras ir a otro te tendrás que enfrentar a pantallas de carga . Además el flujo de las vidas de tus Sims se verá interrumpido
Tampoco hay tanta variedad en los lugares a visitar entre los vecindarios ,y ciertas omisiones simplemente decepcionan. Probablemente EA decidirá sacar este tipo de cosas en una expansión más adelante.
 Ojalá que estos detalles se mejoren más adelante.
en cuanto a puntuación , yo le doy un 8 / 10 por que aun podrían haberlo mejorado mucho mas
.

viernes, 17 de octubre de 2014

Vocaloid: El sacrificio humano de Alicia

Yahallo!!!Hoy les traigo un viernes de anime sobre una canción de vocaloid acerca de un creepypasta REAL.Este es uno de mis favoritos, se llama...



"El sacrificio humano de Alicia"

Había una vez un pequeño sueño pero nadie sabía quién lo había soñado.
Era realmente un pequeño sueño.Esto hizo que el pequeño sueño pensara..."Yo no quiero desaparecer, ¿Cómo puedo hacer que la gente me sueñe?"El sueño era de poca importancia...Y por fin tuvo una idea: "¡Voy a hacer que la gente venga a mí y ellos crearán mi mundo!"
La primera Alicia era una mujer violenta con el pelo castaño corto y un vestido rojo. Ella vivía en el bosque.Manejaba una espada en la mano, destruyendo todo en su camino. Ella destruía y asesinaba todo lo que que podía. Pronto cayó en el mundo de los sueños. El mundo de los sueños estaba sumido en la locura. La señora se volvió loca, y el sueño poco satisfecho. Nadie hubiera sabido de su existencia, si no fuera por el camino de sangre que hizo al caminar en el bosque.
La segunda Alicia era un hombre con el pelo azul. Él era muy querido en su pueblo, tenía una excelente voz para el canto. A todo el mundo le gustó, bueno, casi todos. El pequeño sueño lo quería. Pero él era muy querido, a diferencia de la primera Alicia. Así que no va a ser tan fácil de conseguir. Él estaba muy bien, él no mató ni hirió a nadie. El pequeño sueño se dio por vencido tratando de meterlo en su mundo. El hombre estaba cantando para unas vacaciones en la ciudad, y un loco se acercó y le disparó en la cabeza. El pequeño sueño se apresuró y tomó el alma del hombre antes de morir. Él se volvió loco el segundo antes de morir y fue rápidamente olvidado.
La tercera Alícia era una niña con el pelo largo y un vestido verde azulado. Ella era la reina del país. El pequeño sueño realmente quería la reina. La reina sedució a varias personas. Se había creado un país extraño y distorsionado. La reina estaba petrificada horriblemente al perder hasta la muerte. Estaba poseída por un sueño distorsionado, loco. Ella estaba demasiada loca para gobernar el país, la gente pensaba. Habían derrocado a su reina. La reina se hizo aún más loca ", ¡¿cómo no iba a ser la reina?!" Ella pensó con furia. Ella espiró hacia la locura profunda, ella estaba cada vez más lejos de la realidad. Pronto, ella había muerto, y cayó víctima del pequeño sueño.
"La cuarta Alicia fueron un par de gemelos. Una hermana obstinada y un hermano inteligente, que tenían una fiesta de té bajo rosales en lo que fue el "Bosque de los sueños pequeños",  la razón por la que estaban en el bosque es que estaban en el camino hacia el castillo. Su invitación era una carta de As de corazón. Cuando llegaron a la reina les dio la bienvenida y los hizo entrar. Una vez dentro de ella los mató y se llevó el cuerpo de la niña. Estaban atrapados para siempre en el sueño. 

El sueño del pequeño País de las maravillas.




  • Si queréis mirar mi otra entrada acerca del creepypasta llamado "Los asesinatos de Alicia" aquí os dejo el enlace:
http://animelibrosycreepys.blogspot.com.es/2014/10/creepypasta-los-asesinatos-de-alicia.html
  • Si queréis escuchar la canción de vocaloid, éste es el enlace:
                                     Alice Human Sacrifice Vocaloid Sub Español
Hasta otra, Paula

miércoles, 15 de octubre de 2014

Reseña literaria: Hija de Humo y Hueso #1

HIJA DE HUMO Y HUESO


Hoola humanoides hoy miércoles os traigo otra reseña, esta vez de Hija de humo y hueso de Laini Taylor y la verdad que lo cogí de la biblioteca por que era el único que había de fantasía y me ha enganchado a la saga de tal manera que ughhh quiero leer maaaaaas.

·Título: Hija de Humo y Hueso (Daugther of Smoke and Bones) 
·Precio: 9,49 €
·Autora: Laini Taylor
·Editorial: Alfaguara
·Género: Fantástico, juvenil y romántico
·Año: 2011
·Número de páginas: 465
·Puntuación: 9'7

ARGUMENTO

Karou es una estudiante de arte de 17 años que vive en Praga. Pero ese no es su único mundo. A veces, Karou desaparece en misteriosos viajes para realizar los encargos de Brimstone, el monstruo quimera que la adoptó al nacer.

Tan misteriosa resulta Karou para sus amigos, como lo es para ella su propia vida: ¿cómo es que ha acabado formando parte de una familia de monstruos quimera? ¿Para qué necesita su padre adoptivo tantos dientes, especialmente de humanos? Y, ¿por qué tiene esa recurrente sensación de vacío, de haber olvidado algo?

De pronto, empiezan a aparecen marcas de manos en las puertas, señal de que la familia de Karou corre grave peligro. Karou tratará de cruzar al mundo quimérico para ayudarles, pero es perseguida por los serafines. Entre ellos se encuentra Akiva, un ángel arrebatadoramente hermoso al que Karou está unida de forma que ni ella misma puede imaginar.
 
OPINION

Como ya he dicho es un libro que lo cogí de remanguille y no sabía ni de que iba ( cuando llegue a casa me fijé en la contra portada, por que sí) pero desde mi punto de vista es un libro que te engancha desde primera hora, que te deja con las ganas de mas y que ansias por leer el siguiente capítulo. Al tener una pizca de humor hace que no sea tan monótono, cosa que no es en ningún momento, ya que la trama de la guerra y del amor entre los protagonistas se hace muy ameno. Es un libro fácil de leer si tienes conocimientos básicos sobre serafines y quimeras, ya que si no estarás en Google cada poco. Desde aquí felicito a la autora. 


Eso es todo por hoy viejo xD

AL

domingo, 12 de octubre de 2014

Creepypasta: Sally "¿quieres jugar conmigo?"

 Buenos días gente, hoy como lunes que es, me toca subir algo y esta vez me he decantado por un creepypasta. Quizá la semana que viene suba algo sobre anime pero esta semana no he tenido tiempo de preparar mucho malditos exámenes. Y sin nada mas que decir aquí os dejo la historia de Sally:

                                                                                                                            

Ese año el verano era realmente bueno. El sol, como siempre, traía calor, y las ligeras brisas que recorrían el barrio hacían que el aire se sintiera fresco. El clima era perfecto. Era un verano que Sally nunca olvidaría.
Sally era una niña de ocho años, de pelo largo y rizado, de unos ojos claros y verdes. Era muy humilde, alegre y hacía lo que le decían. Sus padres la adoraban, no podían pedir más. Sally reía mientras jugaba con sus amigos afuera. Jugaban a la rayuela, a las muñecas y a las casitas. Su madre la miraba desde la casa, limpiándose las manos mojadas en su delantal.
—¡Sally, es hora de comer! —le gritó su madre por la ventana.
Sally levantó la vista, sonriendo.
—¡Está bien, mamá!
Sally se sentó en la mesa, emocionada. Su madre le dejó un empanedado de mantequilla con miel y un zumo de naranja.
—Gracias, mami —agradeció la niña.
—De nada, cariño.
La niña empezó a comer mientras la madre se sentó a su lado, sonriéndole.
—Adivina qué. Tu tío Johnny viene de visita —dijo la madre.
Sally sonrió, con las comisuras de la boca manchadas de restos de comida.
—¿Tío Johnny? —repitió con la boca llena de comida en tanto la madre se reía, asintiendo con la cabeza.
—Sí, viene a ayudar a tu padre con su trabajo y a cuidarte. Tal vez podamos ir a la feria todos juntos.
Sally masticó rápidamente lo que quedaba en su plato.
—¿Sara y Jennifer también? —preguntó la niña.
La madre levantó la vista, pensativa.
—Depende de lo que digan sus padres. Si pueden, sí.
Sally sonrió y saltó de la silla. Este verano la pasaría genial.
El tío Johnny condujo hasta la casa de su hermano y salió de su coche, estirándose y dando un suspiro de cansancio.
—¡Tío Johnny!
Sally corrió hasta los brazos de su tío, dándole un abrazo, el cual fue correspondido por él.
—¡Hey, Sally! ¿Cómo estás? —preguntó abrazándola y levantándola.
La niña sonrió y miró a sus amigas, que la estaban mirando.
—Estaba jugando con Sara y Jennifer. ¡Mamá está adentro, vamos a decirle que llegaste!
—Suena bien —dijo el tío Johnny, bajando a Sally y caminando hacia la casa—. Hey, Marie, ¡ya llegué!
—¡Mamá, ya está aquí!
La madre salió corriendo de la cocina y sonrió al ver a Johnny.
—Has llegado bien —dijo ella.
—Claro que he llegado bien, ¿por qué no iba a ser así? —dijo, echándose a reír, abrazando a la mujer.
Sally corrió hacia la puerta, diciendo que iba afuera para seguir jugando.
—¡Vuelve antes de que oscurezca! —gritó su madre.
—¡Sí mamá! —respondió la niña, marchándose.
A la hora de la comida, el padre de Sally llegó a casa, feliz de ver a su hermano en casa. Se acercó a Johnny con un apretón de manos y un abrazo.
—Encantado de volver a verte, ¿cómo estás? —le preguntó a su hermano, viendo poner la mesa a su mujer y a Johnny encogiéndose de hombros, jugueteando con sus pulgares.
—Me separé de Karen —respondió.
—Oh, eso es terrible. Lo siento…
Johnny movió la cabeza con una sonrisa.
—No, está bien. Estoy bien, puedo andar libremente sin tener a alguien queriendo saber en todo momento dónde estoy y lo que hago.
Los dos hombres rieron caminando hacia la mesa para cenar.
—Marie, esto sabe estupendo.
—Gracias, me alegro de que te guste.
—¡Está delicioso, mamá! —Los adultos sonrieron y se rieron de su comentario.
Los platos comenzaron a vaciarse, y Sally empezó a bostezar una y otra vez, frotándose los ojos con sus manitas. Su madre frotó suavemente su espalda.
—Parece que alguien está cansada. Hora de ir a dormir.
Sally asintió y saltó de la silla, recogiendo su plato y llevándolo al fregadero. Su madre se levantó para llevar a su hija a la cama, pero Johnny la detuvo agarrándola del brazo y sonriendo.
—Yo la llevo.
—Gracias, Johnny.
El hombre asintió mirando a la mujer. Luego, siguió a la niña a la habitación. Johnny cerró la puerta detrás de él y sonrió al ver el desorden en el cuarto de Sally.
—¿Necesitas ayuda? —le preguntó a la niña, quien asintió—. Está bien, vamos a ver lo que tienes…
El hombre comenzó a buscar entre las pijamas.
—Tienes algunos con dibujos de fresas. Seguro que tus sueños olerán a ellas si te lo pones. —Cogió la camisa, oliéndola.
Sally rió y negó con la cabeza. No quería usar esa pijama. Su tío entendió y la volvió a colocar en su sitio, y sacó, en su lugar, una pijama con un unicornio.
—¿Qué tal ésta? Te convertirás en una princesa.
Los ojos de Sally se iluminaron y dio una palmada de entusiasmo. Colocó la prenda en la cama, se acercó a ella y comenzó a desabrocharle la camisa.
—Puedo vestirme yo sola, tío —dijo Sally con una sonrisa, mirando hacia abajo.
El hombre sonrió sin dejar el trabajo a medias.
—Apuesto que sí. Pero estás cansada… ¿y por qué no te puedo ayudar? —le preguntó, mirando a Sally cabecear un par de veces.
Una vez la camisa estuvo desabrochada, la deslizó sobre sus hombros y le dio un codazo suave en su tripa, haciéndola reír. Él volvió a sonreír y tiró hacia abajo de los pantalones de la niña. Finalmente, le colocó la pijama a la niña, asegurándose de que los brazos pasaran por las mangas del camisón.
—¡Listo! —dijo alegremente, mirando la sonrisa de la niña, riendo en la cama. Johnny se levantó, cogió su ropa y la puerta se abrió; era la madre de Sally.
—¿Estás lista para dormir?
Johnny corrió al lado de la cama en donde estaba Sally.
—La voy a recostar, ¿te parece bien? —dijo Johnny.
Marie lo miró y movió la cabeza.
—Por supuesto —Se acercó a Sally y besó a la niña en la frente—. Buenas noches, mi amor.
—Buenas noches, mami.
La madre acarició suavemente la frente de Sally con un dedo, cogió la ropa que llevaba Johnny y se fue. Johnny sonrió, se dirigió al interruptor, apagó la luz y cerró la puerta con llave, cuidadosamente. Miró a Sally por encima del hombro, con una escalofriante sonrisa.
                             

Con el paso de los días, Marie observaba que su hija no actuaba con normalidad. No sonreía tanto como antes, no mostraba esa alegría o hablaba con la misma felicidad. Marie tomó la mano de su hija antes de que fuera a jugar con sus amigas, y la apartó. Sally miró a su madre con una mirada confusa.
—Cariño, ¿estás bien? —preguntó la madre, arrodillándose a la altura de la niña.
Sally, poco a poco, comenzó a llorar. Su madre abrió los ojos, asombrada.
—¿Sally?
—Mamá, yo no quería toc… —alcanzó a decir.
—¿No querías hacer qué, mi amor?
—Yo no quería jugar… no quería jugar a su juego… —Sally miró a su madre y la abrazó con fuerza—. Él… toqué… me hizo tocarlo…
Marie frunció el ceño y le acarició suavemente el pelo, consolándola.
—No pasa nada, mamá está aquí. Fue una pesadilla… sólo eso.
¿La niña había tenido una pesadilla?
—Todo está bien, ¿de acuerdo? No te preocupes. —Miró a Sally y ella sonrió. Su madre la besó en la frente—. Ahora ve a lavarte, no querrás ir a jugar con la cara sucia…
Sally soltó una risita y salió corriendo al cuarto de baño.
Más tarde, ese día, Johnny y su hermano continuaron trabajando. El padre de Sally, Frank, suspiró al ver a su hija. Johnny miró a Sally y la saludó. La sonrisa de la niña se marchitó de repente, mostrando menos felicidad, pero le devolvió el saludo a su tío. Johnny entró más tarde en la casa y oyó una conversación entre su hermano y Marie.
—¿Que Sally qué?
—Tuvo una pesadilla, dijo “él me hizo tocarlo”…
—¿Y quién es “él”?
—No lo sé, Frank…, pero sólo fue una pesadilla.
Johnny frunció el ceño con ira, con los nudillos blancos. Después se calmó rápidamente. Sonrió y entró en la habitación, como si acabara de entrar en la casa, y levantó las cejas, impresionado.
—Vaya, ¿interrumpo algo? —le preguntó a la pareja.
Johnny volvió a sonreír y señaló fuera.
—Voy a ir a la tienda, ¿necesitas algo, Marie?
La mujer sonrió y miró a la cocina.
—Sí, ¿me puedes conseguir algunos huevos, leche, pan y zumo?
Johnny asintió con la cabeza. A punto de salir, se detuvo.
—Sally también quiere venir.
Marie sonrió.
—Gracias, John.
Él asintió de nuevo y se dirigió fuera de la casa, con las llaves en la mano. Observó a Sally con sus amigas.
—Sally…
Ella levantó la vista y lo miró fijamente.
—Vamos de compras. —John fue hacia el coche, haciendo una señal para llamar a la niña.
Sally se quedó allí por un momento; luego, puso sus muñecas sobre la hierba.
—Volveré en seguida. Por favor, cuiden a Marzapán y a Lily.
Jennifer y Sara asintieron al mismo tiempo. Sally se dirigió de mala gana al coche y subió al asiento del pasajero.
—¿Sabe mamá que iré contigo, tío? —preguntó la niña.
Johnny asintió con la cabeza e introdujo las llaves, arrancando el coche y salió de la calzada.
—Sí, quiere que compremos cosas para la comida. Tal vez pueda conseguirte algo… —Sonrió a la niña, la cual sonrió nerviosamente, mirando el paisaje.
—Tío Johnny, acabas de pasar la tienda… —le indicó Sally, apuntando en la dirección de la tienda de alimentos integrales.
Él siguió conduciendo, con una sonrisa en su cara. La niña miró por encima del asiento trasero, mirando la tienda, cada vez más y más pequeña hasta que se perdió de vista. Al darse cuenta de que no iban a la tienda, la niña miró a su tío, que aparcaba en el parque de la comunidad, cerca de la ciudad.
Nadie salía al parque los domingos. Sally se sintió nerviosa, su respiración se aceleró y miró al hombre con los ojos muy abiertos. Johnny apagó el motor, la ira se mostraba en su rostro.
—Te dije que no le dijeras nada a mamá, ¿no? —le cuestionó, mirando a la niña negar con su cabeza—. No estás jugando correctamente, Sally… —El hombre sacó a la niña del coche, haciendo caso omiso a las súplicas y gemidos—. Dijiste que jugarías conmigo, Sally. Me mentiste… —dijo, empujándola contra el suelo.
Sin hacer caso a los gritos de la niña, comenzó a quitarse el cinturón.
—Uno tiene que ser castigado por romper las reglas.



“Una pareja encontró el cuerpo de una niña de ocho años en el parque de la comunidad, Sally Williams. Su búsqueda fue muy larga, pero se le encontró esta noche a las nueve”.
Podría haber jurado que cerré la puerta antes de meterme en la cama… supongo que lo olvidé. Me levanté, dejando la calidez y el confort de la cama. Caminé a través de la habitación y cerré la puerta. Antes de que pudiera acostarme de nuevo, tan pronto como puse mis piernas encubierto, me congelé al oír un leve sonido de… ¿llanto? Sonaba como un niño. Me levanté de la cama una vez más, me dirigí a la puerta y la abrí. El llanto parecía ser más fuerte afuera de mi habitación. Mirando hacia abajo en la oscuridad, me arrastré por el pasillo, siguiendo el sonido de los gemidos. Una vez que llegué al final, me quedé sin aliento. Sentada en el suelo, delante de una ventana iluminada por la luna, había una niña. Estaba encorvada, llorando. ¿Cómo llegó a mi casa? ¿Por la ventana? Tragando saliva, tomé la palabra.
—¿Quién eres? ¿Cómo te metiste en mi casa?
De pronto, el llanto se detuvo. La niña apartó lentamente las manos temblorosas de su cara; la sangre sustituía sus lágrimas, manchando sus manos. Un coágulo de sangre goteaba desde un lado de su cabeza, en una herida de su rostro y en su vestido sucio. Sus brillantes ojos verdes parecían ver a través de mi alma.
—Ésta es mi casa… —habló, por fin, con voz ronca, como si estuviera luchando por hablar. El cuerpo de la niña hizo un extraño movimiento cuando se levantó y se volvió hacia mí. Sus pies estaban sucios, como si hubiera corrido por el barro, tenía raspaduras en sus rodillas y el final de su vestido estaba roto y andrajoso. “Sally” estaba cosido en la parte delantera. Levantó su ensangrentada mano—. ¿Quieres jugar conmigo?



Alejandra:3